Vidrio de arena libio

Durante años he favorecido la Moldavita en muchas de mis creaciones por sus profundos poderes espirituales y metafísicos. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza inevitablemente, se ha vuelto cada vez más rara. Lo que hace que sea menos sostenible para utilizar en nuestros productos en el futuro.

Afortunadamente, la moldavavita tiene una hermana secreta, procedente del Sáhara africano, un remoto desierto del oeste de Egipto. Derivada de un antiguo cataclismo cósmico, se encuentra a lo largo de cientos de kilómetros, entre gigantescas dunas de arena movediza. Para nuestro deleite, es tan impresionante y hermosa como la Moldavita.

El Cristal de Arena de Libia es una Tektita amarilla hermana de la Moldavita. Se formó hace más de 29 millones de años, a temperaturas superiores a 1.600℃. El Vidrio de Arena de Libia posee extraordinarios poderes metafísicos y espirituales. Tanto es así, que incluso era venerado por los antiguos egipcios. Se encontró en la cámara funeraria del rey Tut, en un pectoral con incrustaciones de joyas y forma de escarabajo. Se creía que protegía y fortalecía sus poderes en la próxima vida.

Esta piedra está alineada con aquellos que se esfuerzan en un viaje personal de renacimiento y transformación. Posee extraordinarias activaciones energéticas de nuestro cuerpo de luz que aumenta nuestras vibraciones y sintonía con lo divino.

El Cristal de Arena de Libia es famoso por su capacidad para acelerar la progresión personal, reforzar la fuerza de voluntad y ayudarnos a ascender a nuevas cotas de autoconciencia. También funciona como una poderosa herramienta de manifestación. Cuando se combina con la meditación puede ayudar a su capacidad para acceder a los registros Akáshicos, el conocimiento antiguo y las vidas pasadas. Lo que puede ayudarnos a limpiar lazos kármicos y ataduras. La piedra también ofrece protección contra la energía psíquica negativa. Evita los ladrones de energía y crea barreras que repelen los acontecimientos negativos. Lo que la convierte en la compañera perfecta en la búsqueda de la iluminación.